miércoles, 3 de febrero de 2016

EL CARNAVAL DEL ARLEQUIN Y LOS CUADROS MODERNOS

El arte es la representación que una persona hace con una finalidad estética de algún aspecto de la realidad o de un sentimiento de forma bella utilizando la materia, la imagen o el sonido. El Arte abarca muchísimas cosas y la percepción de él varía según quien lo evalúe ya que no para todos va a significar lo mismo. Existen muchas obras actualmente que no tienen nada que ver con las que existían antes pero que no por ello dejan de ser peores, estos cuadros modernos podemos encontrarlos en muchos comercios (http://cuadrosyespejosmodernos.com/) y están bastante familiarizados con nuestro día a día y nuestra propia decoración.

Poco se conoce de grandes obra que marcaron un punto de inflexión en esta rama artística. Grandes pintores forman parte de esa larga lista de grandes y hoy cabe destacar, puesto que están a la vuelta de la esquina, a Joan miró con su obra El carnaval del arlequín.

Fue creada en Paris en el invierno de 1924-1925 y es una de las obras más celebres de Joan miró y de la decoracion online. El papel principal lo comparten un arlequín con bigotes y un autómata que toca la guitarra, alrededor, gatos jugando con bolas de lana, pájaros poniendo huevos de donde nacen mariposas y peces voladores. Se puede ver también como un insecto se va hacia un lado, como un mapamundi espera sobre la mesa y una escalera con una oreja humana enorme y un ojo entre los barrotes. Este ojo es un emblema para señalar la presencia del hombre y se convertirá en una constante en sus futuras producciones. Tras una ventana se puede ver el cielo azul con una pirámide de color negro, que según Miró era la Torre Eiffel, una llama roja y un sol.

Se puede apreciar una tendencia a ocupar toda la superficie del cuadro con muchos elementos, curiosos animales o criaturas semihumanas o juguetes fabulosos. Esto se debe a las alucinaciones causadas por el hambre, según el propio autor. Decía que se intentaba plasmar en esta pintura las alucinaciones que le producía el hambre que pasaba, que no pintaba lo que veía sino que el hambre le provocaba una especie de transito parecido al que experimentan los orientales.

Con esta obra el artista obtuvo plena aceptación en el grupo de los surrealistas de París y se llegó a afirmar que era el más surrealista de todos. Éste oleo se conserva en Nueva York actualmente. Estas y otras muchas obras se conservaran durante miles de años porque forman parte de la historia pero no son asequibles a nuestros bolsillos. Para nuestros hogares tenemos muchos cuadros modernos de estilos totalmente diferentes pero personales. ¡Atrévete a marcar la diferencia!

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